Rio Carrión
Coto: Velilla
Lugar: Velilla de Rio Carrión
Victimas: Trucha (Salmo Trutta Fario).
Modalidad: Coto tradicional.
Climatología: Por la mañana nublado, alguna llovizna, tarde lluviosa.
Participantes: Floren,
Miguel, Esteban y Toño
Estado
del rio: Mucha
agua, muy crecido.
Jornada: Llegada sobre la 08:30, nos
situamos en un puente a unos tres kilómetros del comienzo del coto en el pueblo
de Velilla, Esteban y Miguel se tiran aguas arriba y Flo y yo hacia abajo.
El rio baja muy crecido, en puntos
desbordado, el agua no esta muy turbia lo que si nos permite la pesca, a
llovido mucho este mes de abril y los ríos de CyL bajan todos desbordados, este
mismo, el Carrión, a la altura de Saldaña no se podría pescar.
Por
la mañana empezamos nosotros por el margen derecho, muy mal el acceso al rio,
observamos una senda en la otra orilla y decidimos volver al puente y cruzar el
rio, bajamos pescado las orillas hasta el pueblo, Flo ve una yo ni eso,
regresamos al coche por la otra orilla y nos damos cuenta que esta está mejor,
excepto 100 – 200 metros antes de llegar al coche así que nos equivocamos en
cruzar el rio. A Flo se le escapa una, normal, pesca con cucharillas sin
muerte, a mi me sale una enorme, pasa el kilo de largo, en un remanso debajo
del refugio de pescadores, sale curiosa detrás de la cucharilla pero no pica,
la ponemos otros señuelos pero ni caso, en una ocasión a la rapala de Flo
parece que iba picar pero en el último momento se retira.
Con
respecto a Esteban y Miguel, han subido aguas arriba pero se lo han encontrado
muy mal por lo que pescaron también aguas abajo, Miguel saca una de unos 600
grs, muy maja. Esteban está con el guarda y este le comenta que en Camporedondo
de Alba, un pueblo a unos 15 km rio arriba hay un restaurante que se come muy
bien, casa Goya o algo así, decidimos ir, craso error, encima de hacer 30
kilómetros más por una carretera mala comimos peor que nunca, las sobras del
fin de semana pasado, 10 €, un desastre.
Por
la tarde comenzamos a pescar pronto, sobre las cuatro y a las cinco comienza a
llover y ya no para en toda la tarde, yo lo veía venir y me quede cerca del
refugio en donde habíamos dejado esta vez el coche, apenas me mojo, los demás
si, ¡torpes!. En resumidas cuentas, pescamos una de milagro dadas las
circunstancias, yo pensaba que el rio iba a estar peor. El motivo de estar
Esteban pescando es que no trabajaba y pudo coger plaza en la repesca del coto
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